El auge del cacao peruano: calidad, sostenibilidad y oportunidad de exportación
Durante años, el Perú ha sido reconocido por su biodiversidad agrícola, pero en la última década, uno de sus productos estrella ha ganado protagonismo en ferias, concursos y mercados internacionales: el cacao. Lo que antes era solo una alternativa económica en zonas rurales, hoy es una poderosa oportunidad de desarrollo para comunidades enteras y un producto estrella en la exportación peruana.
En este artículo, exploramos por qué el cacao peruano es tan apreciado, qué lo hace especial, y cómo los productores pueden aprovechar esta oportunidad para conquistar nuevos mercados.
1. Cacao peruano: una riqueza genética sin igual
Perú alberga uno de los mayores patrimonios genéticos de cacao del mundo. Variedades como el cacao criollo, el chuncho, el porcelana y el nacional crecen en suelos ricos, con microclimas que potencian aromas y sabores únicos. Esta diversidad genética no solo es un orgullo nacional, sino un valor diferencial frente a otros países productores.
La combinación entre altura, clima amazónico y tradiciones ancestrales ha permitido el desarrollo de cacaos con perfiles altamente valorados por la industria chocolatera gourmet. Es por ello que cada vez más chocolateros artesanales y marcas premium buscan cacao fino de aroma proveniente del Perú.
2. Sostenibilidad y comercio justo: más que una tendencia
El mercado internacional no solo busca sabor: también demanda responsabilidad social y ambiental. Perú se ha convertido en referente en la producción de cacao orgánico y de comercio justo, gracias al trabajo de cooperativas, ONG y programas de desarrollo rural.
Muchas organizaciones de productores ya cuentan con certificaciones como:
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Orgánico (USDA, EU, JAS)
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Fair Trade (Comercio Justo)
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Rainforest Alliance
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UTZ Certified
Estas certificaciones no solo abren puertas a mercados exigentes, sino que garantizan mejores precios para los productores y prácticas más amigables con el entorno.
3. De la chacra al mundo: oportunidades de exportación
Según datos de PROMPERÚ, el cacao y sus derivados (como pasta, licor, manteca y polvo) se exportan cada vez con mayor valor agregado. Hoy, los principales destinos son:
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Estados Unidos
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Países Bajos
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Alemania
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Italia
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Bélgica
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Japón
Esto no solo habla del crecimiento en volumen, sino de la confianza que existe en la calidad del cacao peruano.
Sin embargo, uno de los grandes desafíos sigue siendo la comercialización directa. Muchos productores dependen aún de intermediarios y pierden valor en el proceso. Por ello, plataformas como Buy in LATAM nacen como alternativas que permiten conectar a los productores directamente con compradores internacionales, sin intermediarios, y con mejores márgenes de ganancia.
4. Casos de éxito: cacao que transforma comunidades
En regiones como San Martín, Amazonas, Cusco, Junín y Ucayali, el cacao no solo ha reemplazado cultivos ilícitos, sino que ha mejorado la calidad de vida de miles de familias.
Por ejemplo, cooperativas como ACOPAGRO o Norandino han logrado exportar toneladas de cacao orgánico al mercado europeo, generando ingresos sostenibles para sus asociados, además de capacitar a sus comunidades en temas de calidad, sostenibilidad y negocio.
Estos casos demuestran que la organización, la calidad y la visión comercial son la clave para aprovechar la oportunidad que ofrece el mercado global del cacao.
5. ¿Qué sigue para los productores peruanos?
El mundo pide cacao peruano. Pero para mantener esta posición privilegiada, es fundamental:
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Mejorar constantemente la calidad del grano (fermentación, secado, almacenamiento).
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Apostar por el valor agregado (licor, manteca, chocolates artesanales).
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Invertir en capacitación y tecnología agrícola.
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Tener presencia digital y participar en ferias o plataformas internacionales como Buy in LATAM.
Hoy más que nunca, los productores no están solos. Existen herramientas y espacios para que puedan mostrar su producto al mundo, contar su historia y exportar sin depender de terceros.